Una vez hechas las primeras pruebas, comprobamos que el sensor de luz tenía problemas para reconocer los diferentes colores del tapete y sobre todo que no diferenciaba entre el color azul y negro. Esto ocasionaba que el robot se parara antes de encontrar la línea negra.
Para solucionarlo, echamos unas horas extras, estuvimos calibrando el sensor de luz y tras muchas pruebas e intentos fallidos lo conseguimos y logramos perfeccionar un poco más la máquina con la que estamos trabajando.
Ahora ya está convenientemente preparado
para empezar a trabajar en la programación
de las misiones que utilizan este sensor.